Así volvió la electricidad tras el apagón: del desplome de la energía solar al reinicio con hidráulica y gas
- La generación bajó un 57% tras el corte, de 32.000 megavatios a 14.000, al desconectarse parte de la producción
- La recuperación se basó en las fuentes más estables, primero la hidráulica y luego los ciclos combinados de gas


El sistema de suministro de electricidad de España se vio sometido este lunes a la mayor prueba de resistencia de su historia moderna, cuando un conjunto de problemas técnicos -posiblemente vinculados a la generación solar, aunque las causas están aún sin determinar-, provocaron poco después del mediodía un desplome en la producción eléctrica: en minutos, la generación bajó un 57%, de 32.157 megavatios a 13.813. Esa caída dejó sin luz a toda la península ibérica y obligó a un reinicio paulatino en el que hubo que apoyarse en las fuentes de energía más estables, la hidráulica, en primer lugar, y posteriormente los ciclos combinados de gas.
Red Eléctrica, el operador del sistema, ha descartado ya "ningún tipo de intrusión en los sistemas de control" que explique el apagón y los expertos se inclinan por una confluencia de fallos técnicos que llevaron a que buena parte de la generación se protegiera desconectándose del sistema eléctrico. Esa desconexión fue especialmente acusada en la energía solar fotovoltaica, que en los momentos previos al corte cubría casi el 55% de la demanda, y obligó a levantar el sistema con fuentes estables y flexibles: a medianoche, cuando se logró dar cobertura al 85% de la demanda, entre ambas aportaban el 70% de la electricidad, 25 puntos porcentuales más de lo habitual.
El origen del apagón, a falta de una investigación a fondo que puede llevar meses, parece estar en dos incidentes previos al corte, según ha informado este mismo martes el director de Servicios a la Operación de Red Eléctrica, Eduardo Prieto. En una rueda de prensa, ha indicado que hubo "un evento del sistema eléctrico que es compatible con la pérdida de generación en suroeste peninsular y que se superó con éxito", aunque "segundo y medio después se produce otro incidente compatible con la pérdida de generación".
Desconexión de buena parte de las instalaciones de producción
En cualquier caso, esa pérdida llevó a un acusado desplome de la generación en pocos minutos: "Es una consecuencia natural del problema previo", afirmaba ya el lunes en TVE el ingeniero industrial y director de Próxima Energía Jorge Morales de Labra, que explicaba que "las plantas de generación, sobre todo las que tienen electrónica como la fotovoltaica y la eólica, tiene lo que se llama una protección frente a huecos de tensión. Eso significa que, cuando hay un incidente en la red que provoca que se pierda la tensión durante unos pocos milisegundos, hay algunas instalaciones productoras de energía, principalmente renovables, que ante esa perturbación se desconectan de la red".
Eso parece indicar el brusco descenso de la generación de energía solar fotovoltaica que recogen los datos de Red Eléctrica: en el tramo entre las 12:30 y las 12:35 del lunes, justo cuando se produjo el apagón, la aportación de la solar fotovoltaica disminuyó desde 17.657 megavatios a 7.844 megavatios. Aunque no fue la única fuente de energías que se ralentizó: la eólica cayó un 39%, de 3.499 a 2.142 megavatios, la hidráulica perdió casi 2.000 megavatios más y la nuclear, que estaba aportando hasta entonces más de 3.000 megavatios, se fue a cero.
"No fue un cero [energético] absoluto, hubo un suelo de 10.000 megavatios, que es muy poco pero estuvo ahí", señala Yann Bouvier, profesor de ingeniería electrónica de la Universidad Rey Juan Carlos y especialista en energías renovables, quien también considera probable que la solar lastrara al resto. "La frecuencia en España de todas las máquinas que generan energía es de 50 hercios y todas tienen que girar a esa velocidad”, detalla, “obviamente, la energía solar no es ninguna máquina que gira y en la eólica no decides a qué velocidad, lo decide el viento. Las renovables, en general, no pueden regular la velocidad, no tienen esa inercia del resto y pueden generar un problema de estabilidad en la red cuando hay más demanda que generación, o al revés".
Bouvier abunda que, cuando ocurrió el fallo inicial, "no hacía falta energía, hacía falta estabilidad, y eso no lo pueden dar las renovables”, que a su juicio, “no han sido la causa del problema, pero algo participan seguro".
Un reinicio progresivo y escalonado
Cuando se advirtió la magnitud del apagón, Red Eléctrica puso en marcha el reinicio del sistema, apoyándose en las importaciones de energía a través de las interconexiones con Francia y Marruecos, así como en la energía hidroeléctrica, por su carácter autónomo: no necesita ningún otro suministro, tan solo abrir las compuertas de los embalses para que caiga el agua y mueva las turbinas.
A continuación, se incorporan los ciclos combinados de gas, que es "lo más rápido de arrancar, lo más rápido de regular", destaca Yann Bouvier. A las 20:15 horas del lunes, entre la energía hidráulica y el gas se generaban ya más de 5.000 megavatios, por encima del 40% de la demanda, que además ya empezaba a declinar. A medianoche, su aportación conjunta superaba los 12.000 megavatios, casi el 70% del consumo, que a esa hora ya era aún más reducido.
"Por mucho que generes electricidad, hay que ir poquito a poco dando la luz por zonas, no se puede encender en todo el país a la vez", remarca el experto de la Universidad Rey Juan Carlos, "es un problema de distribución, generando lo más cerca posible de donde se consume. Los protocolos de Red Eléctrica lo hacen paso a paso, y lleva su tiempo". Cuando esa recuperación alcanzaba al 65% de la demanda, Jorge Morales de Labra decía en TVE que estaba yendo "algo más lento de lo esperado", pero la reducción del consumo acabó por equilibrar la oferta con la demanda habitual prevista en el sistema eléctrico.
De hecho, Yann Bouvier, considera que se había logrado con relativa celeridad: "Para lo que ha sido, según lo que enseñamos nosotros en clase, un apagón nacional puede tardar dos o tres días en recuperar todo el país. Me ha parecido bastante rápido". El equilibrio definitivo se alcanzó a las 9:00 horas de la mañana del martes, cuando la generación, después de casi 20 horas por debajo de lo requerido, logró cubrir el 99,95% de la demanda prevista.