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Muere el papa Francisco

Del velatorio a la fumata blanca: calendario del funeral del papa y el cónclave para elegir al nuevo pontífice

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Calendario del funeral del papa y cónclav
Vista de la basílica de Santa María la Mayor, donde será enterrado el papa Francisco, en Roma PETER PARKS

El papa Francisco murió el lunes a los 88 años, poniendo así fin a su pontificado e iniciando un meticuloso protocolo por la Santa Sede que regula la transición entre pontífices. Un proceso marcado por varios eventos que van desde el funeral de Francisco hasta la elección de un sucesor, todos ellos cargados de simbolismo, tradición y significado eclesial.

Antes de su muerte, Francisco tomó decisiones significativas acerca de su despedida. En noviembre de 2024, el sumo pontífice modificó algunos de los ritos tradicionales funerarios presentes en la legislación vaticana, el Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, distanciándose así de sus predecesores. Fiel a su estilo sobrio y reformista, el papa pidió que su último adiós también reflejara un mensaje de sencillez.

Comienzan los preparativos del cónclave que elegirá al sucesor del papa Francisco

Los preparativos para el funeral por el papa se ultiman este viernes para una cita que reunirá en la plaza de San Pedro alrededor de cincuenta jefes de Estado o de Gobierno y diez reyes en un complicado momento geoestratégico y de guerra comercial. Mientras, fieles de todo el mundo se acercan a Roma para dar su último adiós al papa.

Los 149 cardenales presentes en Roma han celebrado este viernes por la mañana en el Aula Nueva del Sínodo del Vaticano su cuarta Congregación General. El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, ha explicado que la Congregación inició con un momento de oración a las 9.10 y se prolongó hasta las 12.20.

El sábado, el funeral

El sábado 26, a las 10.00, tendrá lugar el funeral en la Basílica de San Pedro, con una liturgia presidida por el cardenal Giovanni Battista Re, Decano del Colegio Cardenalicio. Antes de la misa exequial, el féretro será sellado, siguiendo un rito preciso que incluye la colocación de documentos oficiales, monedas y objetos personales del pontífice. Francisco ha dispuesto en su testamento su voluntad de ser enterrado en una capilla en la basílica de Santa María la Mayor y en una tumba sencilla.

Los dignatarios visitantes se organizarán de acuerdo al protocolo, comenzado con el presidentes de Argentina (país natal del papa) y luego de Italia, seguidos por los miembros de las casas reales y los demás mandatarios en orden alfabético francés.

Un grupo de "pobres y necesitados" estarán presentes en el funeral y en el entierro como último homenaje al pontífice, quien siempre se mostró cercano a los más desfavorecidos y a las personas sin hogar. El traslado del féretro se hará en coche al que seguirá una comitiva a pie, atravesará a paso solemne seis kilómetros del corazón de Roma en un trayecto cargado de simbolismo.

La ruta seguirá parcialmente el trazado de la antigua Via Papalis, la procesión que hacían antiguamente los pontífices tras ser designados entre San Pedro del Vaticano y la basílica de San Juan de Letrán, catedral de la diócesis de Roma. Esta ceremonia, rescoldo de los antiguos desfiles del Imperio romano, constituía el primer acto oficial del pontífice como obispo de Roma. Un vehículo transportará "a paso solemne" el féretro de Francisco, seguido por un reducido número de coches que transportarán a algunos cardenales, si bien el tráfico general estará cerrado.

La procesión con el vehículo que transportará el cuerpo del pontífice saldrá desde la Puerta del Perugino hacia el Vaticano, pero no pasará por la plaza de San Pedro. Se estima que la procesión dure una media hora.

Durante el recorrido, se colocarán cuatro pantallas gigantes en el área para que los fieles puedan seguir el funeral y el cortejo fúnebre. Tras el entierro, quien lo desee podrá pasar a rendir homenaje por la tumba de Francisco en Santa María la Mayor. Las autoridades italianas calculan que en torno a 200.000 fieles asistirán al funeral por el pontífice, tras lo cual el féretro será trasladado en un cortejo fúnebre hasta la basílica de Santa María la Mayor, donde Francisco expresó su deseo de ser enterrado. Los cardenales no se reunirán en congregación este sábado ni tampoco habrá encuentro el domingo. Al comienzo se interpretará una antífona, un himno religioso en latín, y posteriormente las campanas de San Pedro tañerán al final del acto.

Como marca la costumbre, el papa debe ser enterrado en las grutas vaticanas, donde descansan sus predecesores. Sin embargo, Francisco eligió ser sepultado en la Basílica de Santa María la Mayor en Roma. El pontífice pidió ser enterrado "en la tierra, sin decoración particular", salvo una inscripción con su nombre papal en latín, según ha señalado la Santa Sede. Los costes del entierro serán cubiertos por un benefactor anónimo.

Las celebraciones posteriores al funeral

Los nueve días siguientes al funeral, conocidos como 'novendiales', se celebrarán misas diarias en sufragio del alma del pontífice que tendrán lugar hasta el 4 de mayo. Después, se pondrá convocar el cónclave de cardenales para elegir al sucesor de Francisco, en un plazo que no podrá superar los 20 días desde su muerte.

El domingo a las 10.30 horas el secretario de Estado, Pietro Parolin, presidirá una concelebración en la escalinata de la Basílica, que contará con la presencia de empleados y fieles. Por la tarde, los cardenales acudirán a la Basílica Mariana alrededor de las 16.00, donde cruzarán la Puerta Santa, visitarán la tumba del papa Francisco y se reunirán en la Capilla Paulina, donde se conserva el icono de Maria Salus Populi Romani. Después, rezarán juntos las Vísperas.

El lunes, a las 17.00 horas, el vicario general para la Diócesis de Roma, Baldassare Reina, encabezará una misa en la Iglesia de Roma, y el martes a la misma hora el arcipreste de la Basílica Papal de San Pedro, Mauro Gambetti, dirigirá una ceremonia en la que participará el Capítulo de las Basílicas Papales.

El miércoles el vicedecano del Colegio Cardenalicio, Leonardo Sandri, presidió una misa en la Capilla Papal, y el jueves el camarlengo, el cardenal Kevin Joseph Farrell, tiene previsto dirigir otra junto a la Curia. El viernes, el prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales, Claudio Gugerotti, encabezará una nueva ceremonia; y el sábado, el cardenal Ángel Fernández Artime, presidirá otra junto a los miembros de los Institutos de la Vida Consagrada y de las Sociedades de Vida Apostólica. La última misa del periodo de luto tendrá lugar el domingo 4 de mayo a las 17.00 horas y estará dirigida por el cardenal Dominique Mamberti, en la Capilla Papal, según reza un comunicado publicado por la Santa Sede.

Este periodo, que inicia desde que se anuncia la muerte del papa, también sirve para la reflexión y preparación del próximo paso crucial: la elección de su sucesor. Entretanto, el camarlengo es el encargado de la administración interina de la Iglesia y de organizar el cónclave, convoca oficialmente a los 133 cardenales electores que llegarán desde distintas partes del mundo para elegir un nuevo papa. Durante el proceso de vacancia se ha eliminado la llamada "Cámara Apostólica", el colegio de eclesiásticos que asisten al camarlengo.

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Votación y elección de nuevo papa

El cónclave, que todavía no está convocado, comienza con la frase "Extra omnes!" (¡Fuera todos!) se celebra en la Capilla Sixtina bajo estrictas medidas de aislamiento y secreto absoluto. Los cardenales electores se alojan en el Vaticano y votan a puerta cerrada sin contacto con el exterior. Se requieren dos tercios de los votos para que un candidato sea elegido y se celebran hasta cuatro plebiscitos al día.

El cónclave más largo de la historia duró dos años y nueve meses, entre 1268 y 1271, tras la muerte de Clemente IV, debido a las discrepancias entre los cardenales franceses e italianos. El más corto fue el de Julio II, elegido el 1 de noviembre de 1503 y tan solo un día después de iniciarse. El del papa Francisco duró apenas un par de días.

Tras cada ronda de votaciones, se queman las papeletas: si no hay acuerdo, el humo que sale de la chimenea es negro (fumata negra); si hay nuevo papa, el humo es blanco (fumata blanca).

Minutos después de la fumata blanca, el cardenal protodiácono, el más antiguo de la orden diaconal, aparece en el balcón de San Pedro y pronuncia la famosa expresión "Habemus Papam!" (¡Tenemos papa!) seguido del nombre elegido por el nuevo pontífice. Es en ese momento que el recién elegido se presenta ante el mundo y ofrece su primera bendición Urbi et Orbi, marcando oficialmente el inicio de un nuevo capítulo en la historia de la Iglesia.

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Rito de constatación

El lunes 21 de abril, tras el fallecimiento de Francisco, se llevó a cabo el rito de la constatación de la muerte, en la residencia papal, y luego se introdujo su cuerpo en el féretro para ser velado en la capilla de Santa Marta, tal y como dispuso en vida el pontífice argentino, que simplificó el protocolo. Los médicos del Vaticano han determinado que la causa de la muerte del papa ha sido un ictus cerebral, con coma y un fallo cardio circulatorio irreversible. Todo comenzó con el rito de constatación de la muerte, en el que el camarlengo verifica oficialmente el fallecimiento del papa actual. En la mañana del lunes, a las 9.45, la Santa Sede anunció públicamente la muerte de Francisco.

Sin embargo, no fue hasta las 20.00 de ese mismo día que el rito de constatación se ejecutó en su residencia de la Casa Santa Marta con la presencia de todos los cardenales, familiares del pontífice y a otras autoridades vaticanas. Como resultado, fueron sellados tanto su residencia habitual en la Casa Santa Marta como el apartamento pontificio del Palacio Apostólico. Allí permaneció su cuerpo hasta el miércoles 23 de abril.

Acto seguido, se retiró el Anillo del Pescador, símbolo del poder pontificio y sello papal, el cual es destruido para evitar su uso indebido. Como marca la tradición, cada sumo pontífice porta un anillo hecho con los restos del anterior. Cabe destacar, en cambio, que el usado habitualmente por Francisco era uno más simple de su época de obispo, y que será conservado en el Museo Vaticano junto a varias de sus reliquias.

En otras ocasiones, una vez constatada la muerte del pontífice, el cuerpo del papa se debería trasladar a la capilla del Palacio Apostólico, ya que allí residía normalmente. Dado que Francisco escogió su residencia en la Casa Santa Marta, este paso no se llevó a cabo. En cambio, fue trasladado directamente a la basílica de San Pedro. Contrario a la tradición papal, su cuerpo no será mostrado a los fieles sin el catafalco y, en vez de tres ataúdes de ciprés, plomo y roble, estará en uno de madera con zinc en el interior.

Además, según el dictamen de Francisco, las liturgias seguirán el modelo de los funerales de obispo y se usarán títulos más sencillos, como "papa", "obispo de Roma" y "pastor", y evitando cargos honoríficos como "Romano Pontífice".

El traslado de Santa Marta a la Basílica de San Pedro

El martes, los cardenales presentes en Roma se reunieron en la primera congregación para definir los primeros detalles del funeral. Son los encuentros que preceden al cónclave y donde se deciden algunos pasos posteriores. Por el momento, no se ha decidido una fecha para el cónclave. Muchos cardenales se ausentaron en esta primera reunión porque se encontraban celebrando misa tras la muerte de Francisco en sus respectivos países. El pontífice dejó el legado de una Iglesia más universal, con el nombramiento del 80% de los 135 cardenales de 71 países que formarán parte del cónclave que entrará en la Capilla Sixtina para elegir a su sucesor. Será el cónclave más numeroso de los últimos tiempos, ya que lo habitual eran 120.

En la mañana del miércoles, el féretro con el difunto pontífice fue trasladado de la Capilla de Santa Marta a la Basílica de San Pedro. Comenzó tras el momento de oración, presidido por el camarlengo.

La procesión pasó por la Plaza de Santa Marta y la Plaza de los Protomártires Romanos. Tras su llegada, el féretro ha sido colocado, como indican las normas, en la nave central de la basílica de San Pedro, cerca de la tumba del primer apóstol. La norma dice explícitamente que "el ataúd es colocado ante el altar de la Confesión, de cara al pueblo". Ya en el Altar de la Confesión, el camarlengo presidió la "liturgia de la palabra".

Muere el papa Francisco, en directo

Imagen de la capilla ardiente del papa Francisco en la Basílica de San Pedro, con los cardenales. AP Photo/Andrew Medichini, pool

Dos horas después, la capilla fue abierta al público, lo que dio comienzo a los tres días de velatorio público antes del funeral. Los restos se exponen en la basílica vaticana porque allí "ha ejercido a menudo su ministerio de obispo de la Iglesia que está en Roma, y de Pastor de la Iglesia universal" y permanecerán varios días para que puedan despedirse los peregrinos que lo deseen. Tras los días de velatorio en la basílica de San Pedro y una vez clausurada la capilla, el ataúd del papa se cierra, a las 20.00, en una ceremonia privada en la víspera del funeral. Antes deberán cumplirse una serie de gestos en un ritual en presencia de diferentes autoridades religiosas.

En la noche del miércoles al jueves, la basílica permaneció abierta hasta las 5.30 horas. Cerró solo para permitir la reorganización y las tareas de limpieza y volvió a abrir a las 7.00 horas ante la gran cantidad de fieles que acudían para dar el último adiós al papa Francisco. La noche siguiente, el templo permaneció abierto hasta las 2.30 horas y se reabrió a las 5.30. Desde que se abrió, han pasado más de 250.000 personas.

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