Jean-Pierre Lacroix, secretario de la ONU para misiones de Paz: "El multilateralismo es más necesario que nunca"
- Lacroix ocupa desde 2017 el puesto de secretario general adjunto de Operaciones de Paz de la ONU
- El diplomático señala que, a pesar del rearme europeo, los países europeos mantienen un fuerte compromiso con la paz
Jean-Pierre Lacroix ocupa desde 2017 el puesto de secretario general adjunto de Operaciones de Paz de la ONU. Este diplomático francés cuenta con más de 25 años de experiencia en el ámbito político e internacional, especialmente dentro de la ONU. En una entrevista a RTVE analiza su visión sobre la violencia en el mundo, la situación geopolítica y advierte del auge de los unilateralismos.
PREGUNTA: ¿Le preocupa que el posible rearme de los países europeos perjudique a su compromiso con las misiones de paz de la ONU?
RESPUESTA: Naturalmente, soy consciente de que hay un contexto nuevo en Europa, pero lo que veo en mis visitas a varias capitales europeas y hablando con los embajadores europeos en Nueva York es que todavía hay un compromiso muy fuerte de los países europeos y, desde luego, también de España a Naciones Unidas. Hay un apoyo que sigue siendo muy fuerte, incluido a nuestras operaciones de paz.
P: ¿Cuántas operaciones y a cuánta gente despliegan en la actualidad?
R: Tenemos 11 dispositivos de paz en la que participan más o menos 70.000 personas, de las cuales 55.000 son militares y, el resto, 15.000 policías y civiles.
P: ¿Cuántos países participan?
R: Tenemos más de 120 contribuyentes de tropas y de policía a nuestras operaciones de paz. Eso es muy importante porque significa que la gran mayoría de Estados miembros de Estados de Naciones Unidas tiene una participación concreta en esas misiones.
P: Estados Unidos es el principal contribuyente. ¿Han notado algún cambio desde que Donald Trump es presidente?
R: Creo que es demasiado pronto para tener una idea de la política general de esta nueva Administración estadounidense hacia Naciones Unidas. Esto también se debe a que aún faltan nombramientos. Por ejemplo, Estados Unidos todavía no ha designado a su embajador ante la ONU. Y tampoco han sido elegidos todos los jefes de departamentos y secciones en el Departamento de Estado a los que podemos dirigirnos desde Naciones Unidas. Sí hemos visto algunas declaraciones muy generales sobre la ONU de parte del secretario de Estado, Marco Rubio. En todo caso, es un miembro muy importante y nos ha apoyado mucho en las operaciones de paz.
P: La misión en el Líbano está pasando por momentos muy complicados. ¿Cómo valora la situación?
R: Por un lado, hemos visto los acontecimientos de los últimos días, que por supuesto son muy preocupantes porque hay un riesgo de escalada, de violencia y de que se rompa el acuerdo de alto el fuego. Pero si miramos el conjunto de los últimos meses, creo que estamos ante una situación algo mejor, en el sentido de que hay menos violencia. Ahora Líbano tiene un presidente, un Gobierno y las Fuerzas armadas libaneses han recuperado muchas posiciones en el sur del país con el apoyo de la FINUL. Esto es un progreso.
Pero lo que querríamos ver es una situación donde las necesidades de seguridad de Israel y del Líbano sean satisfechas con un control total del Ejército libanés en el sur del Líbano, sin presencia del Ejército israelí. Todavía hay mucho que hacer para llegar a este punto, ya que es un momento difícil. Pero insisto en que hay una oportunidad para el Líbano y para que haya más paz y estabilidad en esta región, aunque reconozco que todavía no estamos donde nos gustaría estar en lo que se refiere a las relaciones entre Líbano e Israel, y a la implementación total de la Resolución 1701.
P: Antes de la ofensiva israelí había tensión y ataques de Israel e Hizbulá. ¿Cómo es posible mantener el optimismo ahora que Israel ocupa parte del país y ha destruido pueblos enteros?
R: Nosotros queremos mirar hacia el futuro y vemos que, como he dicho, ahora hay un presidente electo y un Gobierno legítimo en el Líbano. Hay un compromiso muy fuerte para implementar la Resolución 1701. Yo creo que, desde el punto de vista de Israel, la Resolución 1701 sigue siendo la referencia, la plataforma política para el arreglo de la situación entre Líbano e Israel. Lo que tenemos que hacer ahora es apoyar todos los esfuerzos para conseguir esa implementación total de la Resolución 1701.
P: Hubo un momento clave en estos últimos meses, cuando Israel pedía su salida del sur del Líbano. La ONU se resistió y ahí sigue. Hábleme de ello.
R: Fue una situación muy, muy difícil. La FINUL pasó por momentos muy, muy peligrosos. Quiero rendir homenaje a los cascos azules y al teniente general Aroldo Lázaro, el jefe de la FINUL. Gracias al liderazgo del general Lázaro y el compromiso de los cascos azules conseguiremos permanecer en todas estas posiciones. Por supuesto, el impacto de la guerra fue muy, muy, muy grave. Pero lo habría sido mucho si los cascos azules hubieran abandonado estas posiciones. Fue un momento difícil, pero yo lo valoro con mucho orgullo cuando veo lo que hicieron los cascos azules en esto en estos tiempos.
P: Hablemos de Ucrania. ¿La ONU está preparada para desplegar una fuerza de paz en Ucrania?
R: Todavía es un despliegue muy hipotético. Porque ahora no hay alto el fuego entre Ucrania y Rusia, y no sabemos si lo va a haber y cuándo. Por eso, lo único que podemos hacer es imaginar varios escenarios. Es posible imaginar uno donde habría un acuerdo de alto el fuego y un mecanismo para vigilar su cumplimiento. Y varios subescenarios. ¿Quién podría, digamos, implementar este mecanismo? Podría ser un grupo de Estados. O una organización supranacional, como las Naciones Unidas, por supuesto. Yo creo que un mandato del Consejo de Seguridad para este tipo de mecanismo sería una condición necesaria. Pero por ahora solamente estamos especulando y no estamos planeando nada. No tenemos ningún mandato para empezar cualquier tipo de planificación.
P: Manteniéndonos en el terreno de la hipótesis, ¿cuántos efectivos serían necesarios teniendo en cuenta otros escenarios?
R: Es muy difícil responder esa pregunta porque esto va a depender de un acuerdo de alto el fuego y de su contenido. También pienso que cualquier tipo de mecanismo de verificación de un alto el fuego hoy va a ser muy diferente de lo que se creía hace 50 años porque los métodos de la guerra, las tecnologías, todo eso ha cambiado mucho. O sea que es muy difícil extrapolar. Y también está el asunto del territorio y la dimensión de la supervisión. Eso es un asunto político. Todo eso hace muy difícil que podamos imaginar con exactitud cómo sería ese dispositivo.
P: En todo el mundo hay cierto consenso de que estamos viviendo un momento de cambios profundos, y hay incertidumbre y preocupación. ¿Qué opina usted?
R: El multilateralismo está amenazado. Y los valores y principios de la Carta de Naciones Unidas están siendo también amenazados. Hay más iniciativas unilaterales, más violaciones de la carta y una polarización muy fuerte entre nuestros Estados miembros.
Para nosotros es el problema número uno porque nuestras operaciones de paz dependen de la unidad del compromiso de nuestros Estados miembros y el apoyo que necesitamos de ellos. Necesitamos el multilateralismo más que nunca, porque los problemas del mundo son más grandes que nunca: las amenazas a la paz y seguridad, pero también los problemas de desarrollo, de desigualdades, del cambio climático.
Son problemas globales que necesitan respuestas globales y multilaterales. Vivimos este contraste, de un lado, esta polarización muy fuerte y, por otro lado, la necesidad más grande que nunca de un multilateralismo fuerte y activo.