Rescatistas israelíes buscan supervivientes entre los escombros. Israel ha sufrido la madrugada del domingo los ataques más duros. Las sirenas no dejaban de sonar y la cúpula de hierro, su sistema de defensa antiaéreo, no daba abasto interceptando misiles.
No solo de Irán, también de Yemen, que por primera vez se ha unido a su aliado en la represalia contra Israel. Ciudades como Tamra y Bat Yam se han llevado la peor parte. Hay edificios residenciales reducidos a escombros. Distintos líderes israelíes han acudido al lugar para lamentar la muerte de civiles.
Los heridos ya superan en total los 300. En un país acostumbrado a que la llamada cúpula de hierro los proteja, muchos están en shock por la dimensión de los daños.
Benjamín Netanhayu no tiene intención de parar y el Ejército israelí ha emitido una orden de evacuación a los iraníes que se encuentren cerca de instalaciones militares y de armas.
Además, junto a objetivos nucleares, extiende los ataques a intereses energéticos de Irán, como esta refinería en llamas a las afueras de Teherán. También ha atacado otra refinería estratégica y un importante yacimiento de gas en el Golfo Pérsico, región crucial para el suministro mundial de combustibles.
"Si la agresión israelí se detiene, nosotros también pararemos", dice el ministro iraní de Exteriores. Arakchi acusa a Israel de boicotear sus negociaciones sobre el programa nuclear con Estados Unidos. La nueva ronda prevista este domingo en Omán se ha cancelado ante la preocupante escalada del conflicto.
Foto: MENAHEM KAHANA / AFP