La emocionante visita de los hijos de Gabriela: así fue su flechazo con los jueces de 'MasterChef 13'
- Los aspirantes recibieron la visita de su familia como inyección de energía
- Revive los mejores momentos del undécimo programa de MasterChef 13
Toca sacar los pañuelos. Una temporada más, y van 13, los aspirantes de MasterChef reciben la visita de sus familiares y la emoción y la felicidad por los reencuentros dejan muchas lágrimas de alegría. Después de casi tres meses hablando de sus parejas, padres, madres e hijos, por fin les ponemos cara. Sin lugar a dudas, y tras 11 semanas lejos de sus hogares, volver a ver a sus seres queridos es la inyección de moral y energía que los aspirantes necesitaban. Te contamos cómo fueron los emotivos encuentros.
Ismael fue el primero en rencontrarse con su familia. Mónica y Alicia, mujer e hija del GEO, entraron a las cocinas, desatando un torbellino de sensaciones. En primer lugar, a Ismael, que corrió a abrazarse con ellos. Y en segundo lugar, al resto de aspirantes, que empezaron a intuir lo que les venía a ellos. La mujer del GEO reconoció el paso de su marido por MasterChef puede ser la "oportunidad de empezar algo nuevo". Y por ello tienen su apoyo al 100%. Ismael no podía encontrarse más feliz: "Estar en MasterChef y estar aquí junto a mi familia es lo mejor".
Bea fue la segunda en recibir visita. Eusebio, su padre, entró en escena y la aspirante estalló a llorar. "Me he roto. Ha sido muy bonito. Me ha encantado", reconoció la manchega. Durante las 11 semanas, Bea verbalizó en varias ocasiones que estaba preocupada por su padre y por cómo asumiría que quería dejar de trabajar con él para dar el salto a la cocina. Y por fin sabe de primera mano que no tiene nada que reprocharse. Eso sí, Eusebio, tras escuchar el chivatazo de Jordi sobre la posible relación de Bea y Chema, quiso cerrar esa puerta.
La llegada de "El fogoso"
El tercer reencuentro fue icónico. Uriel, más conocido como "El fogoso", llegó a las cocinas de MasterChef y los jueces casi tienen que separarle de Elena después de un eterno abrazo. Eso sí, todo apunta a que Elena fingía. La fogosa es ella. ¡Incluso le pidió a su marido que se quitara el jersey! Maria Àngels fue la siguiente. La madre de Ana dejó claro que la conexión con su hija es irrompible. Y habló de la posibilidad de que Ana tome el testigo de la pastelería familiar, negocio que tiene más de 200 años de historia: "Que lo cogiera ella sería genial. Sería la séptima generación de la familia".
Emilio, que rompió a llorar emocionado desde la entrada de la familia de Ismael, se tiró a los brazos de su madre nada más verla. Por fin le ponemos cara a Benedicta. Y desde luego, el parecido con su hijo es inevitable. "Cuando llegue al pueblo quiero que me enseñe a mí todo lo que ha aprendido", avisó Bene. Juntos protagonizaron uno de los momentos más emotivos. Fue justo antes de despedirse, cuando Benedicta se quitó su collar con la virgen del amor de Dios y se la colocó a Emilio: "Nunca se la había dejado a nadie antes".
Y para el final, quedó lo más emotivo. Porque los niños y su espontaneidad siempre enamoran. Curro, Currito y Gabriela, marido e hijos de Gabriela, entraron para felicidad de la aspirante: "Cuando he escuchado el "mamá" de Gabriela... cuando yo la dejé no hablaba tanto. Tenía pavor a que no me reconociese". Currito se desplazó por las cocinas a su antojo, como si del patio de su casa se tratara. De los brazos de su madre a los brazos de Samantha. La alegría de verles, compensó todo el esfuerzo que Gabriela está haciendo: "Son niños muy pequeños que están en una etapa en la que una madre está muy presente. Sé lo que supone que yo me haya ido. Y están todos aquí apoyándome aún así. Es lo más grande, la verdad. Gracias por traerles".
Y por si todo esto no fuera suficiente, Samantha y Pepe animaron a Jordi a cocinar en esta prueba. El chef de ABaC aceptó, sin saber la sorpresa que le tenían preparada: Roser, la madre de Jordi, entró a plató para trabajar junto a su hijo. ¡Precioso momento!
