Orbán advierte sobre las "consecuencias legales" de asistir al Orgullo en Budapest, desoyendo los llamados de la UE
- La agenda cristiano-conservadora del Gobierno ha mermado la calidad de vida de las personas LGTBIQ+
- Eurodiputados de diferentes grupos han anunciado que acudirán el sábado a Budapest
El Gobierno ultraderechista de Hungría ha reafirmado su veto al Orgullo de Budapest, previsto para este sábado, después de haberlo prohibido en primavera. El primer ministro, Viktor Orbán, ha ido un paso más allá al advertir que quienes organicen o asistan a la marcha podrían enfrentarse a consecuencias legales, en un nuevo episodio que vuelve a poner en entredicho el respeto a los derechos fundamentales dentro de la UE.
El Parlamento húngaro, donde el partido ultra Fidesz de Orbán tiene una amplia mayoría, aprobó en marzo una ley que otorga a la policía carta blanca para prohibir las marchas LGBTQ+, argumentando que la "protección de la infancia" prevalece sobre el derecho de reunión. La Administración permite también el uso de cámaras de reconocimiento facial para identificar a los asistentes e imponer multas. Esta medida se encaja dentro de la agenda cristiano-conservadora de Orbán, que, en la última década, ha aprobado diferentes leyes que merman la calidad de vida de las personas LGTBIQ+ dentro del país.
"Somos adultos y recomiendo que cada uno decida lo que quiere, que respete las normas... y si no lo hace, que se enfrente a las consecuencias legales", ha insistido Orbán a la radio estatal. Ha añadido que la policía podía dispersar un evento prohibido, aunque ha considerado que Hungría era un "país civilizado" y la gente sabe que debe cumplir la ley. "Estamos en el mundo no para dificultarnos la vida, sino para facilitarla; esta es la esencia del cristianismo", ha afirmado.
El alcalde de Budapest advierte que el veto al Orgullo podría extenderse
El alcalde de Budapest, Gergely Karácsony, ha acusado a Orbán de "destruir la democracia" durante los últimos 15 años y ha advertido que la prohibición de la Marcha del Orgullo LGTBQ+ marca un precedente peligroso para toda la Unión Europea.
"Hace 15 años que, en vez de gobernar, Orbán solo señala enemigos", ha denunciado Karàcsony en una multitudinaria rueda de prensa en el Ayuntamiento. El alcalde ha asegurado que, tras criminalizar a personas sin hogar, refugiados o al filántropo George Soros, Orbán ha elegido ahora a la comunidad LGBTI como nuevo blanco político. "Si en un Estado miembro de la UE se puede prohibir un evento como la Marcha del Orgullo, entonces nadie puede sentirse seguro en ningún país", ha reconocido
El alcalde, que gobierna la capital desde 2019, ha calificado a Hungría como "un laboratorio de destrucción democrática" y ha afirmado que la sociedad húngara está rechazando la campaña homófoba del Ejecutivo. Ha asegurado a su vez que la aceptación hacia las minorías sexuales ha aumentado, y que la estrategia del partido ultraderechista Fidesz “ha sido un error fatal”.
"Nadie podrá ser multado por participar en la marcha", ha insistido Karácsony, recalcando que se trata de un evento municipal amparado por la legalidad, pese al veto del Gobierno central.
En conflicto con la UE
Sus socios más críticos dentro de la UE han considerado que la medida refuerza la deriva autoritaria del Gobierno y que consolida su ofensiva contra el Estado de derecho. Como respuesta, el Reino Unido, Francia, Alemania y otros 30 países han expresado su apoyo a la comunidad LGBTQ+ de Hungría, asfixiada por una década de políticas ultraconservadoras.
A esta resistencia también se ha unido el alcalde progresista de Budapest, Gergely Karácsony, que anunció que la capital celebrará su tradicional desfile del Orgullo dentro de la Fiesta de la Libertad contradiciendo las directrices del Gobierno.
Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha pedido a las autoridades húngaras que permitan que se celebre marcha, pero el llamado no fue bien recibido por Orbán. El húngaro comparó la demanda con las órdenes de Moscú en la época comunista porque, según el mandatario, Bruselas "considera a Hungría un país subordinado y cree que puede ordenar a los húngaros cómo vivir". Sin embargo, la conservadora alemana ha señalado que manifestarse pacíficamente es un "derecho fundamental" que deben proteger todos los países de la Unión Europea.
Siguiendo esta línea europeísta, una veintena de Estados secundaron el mes pasado una carta pública contra la reforma promovida por Orbán para limitar los derechos del colectivo, en la que apuntaban a la posibilidad de que la Comisión Europea avanzara en un procedimiento de infracción. Además, en muestra de apoyo, eurodiputados de los grupos Socialistas y Demócratas, liberales y Verdes han anunciado que acudirán el sábado a Budapest.
Urtasun: "El Orgullo no se puede prohibir y no se puede silenciar"
Entre ellos estarán el ministro de Cultura español y portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, y la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Durante el encuentro con organizaciones civiles húngaras, se abordarán cuestiones como las amenazas a los derechos LGTBIQ+, el avance de los discursos de odio y demás medidas de retrocesos en materia de derechos humanos.
Urtasun ha declarado a los medios desde la capital húngara que "el Orgullo no se puede perseguir, no se puede prohibir y no se puede silenciar". El ministro de Cultura ha añadido que "defender los derechos del colectivo LGTBI no es solo defender los derechos de su colectivo, es defender las libertades de todos y de todas". "Estamos aquí para defender la democracia y las libertades en Europa", ha subrayado.
En el mismo sentido se ha expresado Díaz, quien ha declarado que este sábado, desde Budapest, van a mandar un mensaje "desde el Gobierno de España al conjunto del mundo". "Los derechos humanos no se tocan", ha afirmado.
"La prohibición de esta manifestación vulnera el convenio de derechos humanos —ha añadido la vicepresidenta del Gobierno— y Europa no lo puede permitir, tiene que reaccionar". Díaz ha concluido con un llamamiento a la Comisión Europea, para que "reaccione" y "condene" lo que está pasando en Hungría.