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El acta funeraria del papa: "Quiso tener siempre en el corazón a los más pobres del mundo"

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Acta funeraria del papa Francisco
El camarlengo firma el acta funeraria del papa Francisco Vatican Media vía AP

La ceremonia de cierre del féretro de Francisco celebrada esta tarde ha incluido uno de los momentos más relevantes y testimoniales para el recuerdo del papa: la lectura de su acta funeraria. El maestro de las celebraciones litúrgicas de la Santa Sede, Diego Giovanni Ravelli, ha sido el encargado de hacerla pública.

Una vez leído, el rógito, que así se llama este documento, se ha introducido en el féretro. El texto lo identifica para la posteridad como un pastor "siempre atento a los últimos" de la sociedad y destaca su lucha contra la lacra de los abusos del clero. Ha sido publicado en latín e italiano por la Santa Sede.

"Peregrino con nosotros de esperanza, guía y compañero de camino hacia la gran meta a la que estamos llamados, el Cielo..." Así comienza el texto, que a continuación detalla la hora y la fecha de su óbito. La biografía de Jorge Mario Bergoglio ocupa las siguientes líneas, que recuerdan su infancia en Buenos Aires como hijo de emigrantes piamonteses. Recoge sus estudios de Humanidades y Filosofía y su trabajo de profesor de Literatura y Psicología. Más tarde señala también su estancia en Alemania, donde finalizó su tesis doctoral.

El acta detalla su vida eclesiástica. Desde su ordenación sacerdotal, en 1969, hasta su entrada en la Compañía de Jesús, que determinaría más tarde el carácter de su papado. El documento registra sus diferentes responsabilidades en la iglesia argentina, como obispo, arzobispo y cardenal. Y a los datos suma cuestiones humanas, siempre marcadas por la humildad: "Fue un pastor sencillo y muy querido en su archidiócesis, que recorría de punta a punta, incluso en metro y autobús. Vivía en un apartamento y se preparaba la cena él mismo, porque se sentía uno más del pueblo", describe.

"Atento a los últimos y a los descartados de la sociedad"

Tras la renuncia de Benedicto XVI, los cardenales reunidos en cónclave lo eligieron papa el 13 de marzo de 2013, recuerda el acta, y explica que "tomó el nombre de Francisco, porque siguiendo el ejemplo del santo de Asís, quiso tener siempre en el corazón a los más pobres del mundo". Abunda en sus decisiones de dar ejemplo de austeridad.

Relata que "siempre atento a los últimos y a los descartados de la sociedad", quiso vivir en Santa Marta porque "no podía prescindir del contacto con las personas" y constata que desde el primer Jueves Santo quiso celebrar la Misa de la Cena del Señor fuera del Vaticano, yendo a cárceles, centros de acogida para discapacitados o personas con adicciones.

Además de señalar las cuestiones relativas a su propia conducta, también habla de su encargo a los sacerdotes, a los que recomendaba del mismo modo estar disponibles para la misericordia, tener el valor de salir "en busca de la oveja perdida" y "mantener abiertas las puertas de la Iglesia" para quien deseara encontrarse con Dios.

Diálogo entre religiones y por la paz

En lo que respecta a su labor más diplomática y de concordia universal entre creencias, subraya su "incansable dedicación al diálogo con musulmanes y representantes de otras religiones". Recuerda los encuentros de oración conjunta a los que convocó a otros líderes religiosos y la firma del Documento sobre la fraternidad humana en 2019 junto al líder sunita al-Tayyeb.

El acta de fallecimiento, firmada por el cardenal camarlengo Kevin Joseph Farrel, llega hasta la actualidad con los últimos desvelos del papa, con continuos llamamientos a la paz frente a lo que calificó de "tercera guerra mundial a pedazos", ante los conflictos en Ucrania, Palestina, Israel, Líbano y Birmania.

Tras una referencia a su hospitalización, concluye que Francisco se asomó por úlitma vez a la logia de la Basílica de San Pedro el Domingo de Pascua para impartir la solemne bendición Urbi et Orbi.

Una enumeración del testimonio de su doctrina en las distintas exhortaciones y cartas apostólicas y los cambios más relevantes que realizó en términos de gobierno cierran el rógito, que deja para el final un asunto también identificativo del papado de Francisco. "Endureció la legislación respecto a los crímenes cometidos por miembros del clero contra menores o personas vulnerables", consta para la posteridad.

Una frase en latín queda al pie de la gran página enrollada en un tubo e introducida en el féretro: ECCLESIAE UNIVERSAE PRAEFUIT ANNOS XII MENSES I DIES VIII Semper in Christo vivas, Pater Sancte!", que quiere decir: "Gobernó la Iglesia universal durante 12 años, 1 mes y 8 días. ¡Vive siempre en Cristo, Santo Padre!"

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