Cinco años marcianos, 10 años en la Tierra, es lo que ha necesitado este robot para determinar que hay microorganismos capaces de sobrevivir a las condiciones extremas de Marte, a través de la radiación ultravioleta.
Hasta ahora se pensaba que la radiación ultravioleta del sol, lo mataba todo. Sin embargo, con las nuevas mediciones aseguran que no es así. Las pruebas las ha recogido un instrumento español a bordo del Rover Curiosity, en Marte desde 2012.
Sin embargo, los científicos advierten que esos microorganismos terrestres, que son transportados por las naves y que sobreviven en el planeta rojo, podrían llegar a ser un problema si se dispersan más allá de la zona de estudio. Por lo que insisten en la necesidad de seguir aplicando estrictas medidas de seguridad planetaria en futuras misiones.