Menos del 1% de los estudiantes gitanos se gradúa en la universidad: "La realidad educativa es injusta y excluyente"
- La Fundación Secretariado Gitano ha lanzado una campaña con la que se reivindican medidas a los poderes públicos
- Carmen Jiménez, graduada en Educación Infantil, pertenece al 0.8% de los gitanos que tienen estudios superiores
Carmen Jiménez es una de las pocas gitanas que han conseguido graduarse en la universidad. Esta joven ha terminado este año sus estudios en Educación Infantil, lo que considera "un logro personal". Para Jiménez, esto supone también "un símbolo de esperanza", aunque insiste en que es necesario que las instituciones se comprometan para que la cifra aumente.
Carmen pertenece al 0.8% de los jóvenes estudiantes gitanos que se titulan en la universidad, según publica este viernes la Fundación Secretariado Gitano. La cifra dista bastante del conjunto de la población, cuyo porcentaje de graduados es del 26%.
Este viernes, la entidad ha celebrado un evento en la Universidad Complutense de Madrid sobre Juventud Gitana y Educación. La directora general de la fundación, Sara Giménez, ha tildado de "alarmante" el porcentaje de jóvenes gitanos graduados en la universidad. "Refleja una realidad educativa que sigue siendo injusta y excluyente", ha denunciado. La ministra de Educación, Pilar Alegría, ha participado en el acto y ha recordado los 600 años del pueblo gitano en España, que se cumplen este 2025.
"Es verdad que nos quedan pasos importantes que dar", ha reconocido la ministra, aunque ha aprovechado su intervención para explicar las medidas que persigue el Gobierno para avanzar en este sentido, como "multiplicar las plazas de Educación Infantil o ensanchar y mejorar las clases de apoyo".
Muchos optan por el abandono temprano de la educación
La fundación revela que la mayoría de los estudiantes gitanos decide concluir sus estudios entre los 15 y los 16 años, antes incluso de obtener el título de la ESO. La incorporación tardía al ciclo de infantil, el desfase curricular y las repeticiones de curso derivan en un fracaso escolar de la mayor parte del alumnado.
Además, según precisan desde la institución, el pequeño porcentaje de graduados se vincula a la falta de referentes gitanos con estudios o la segregación escolar. Junto a estos fundamentos, en el dato también confluyen la falta de expectativas y la idea de que el sistema les falla.
La directora de la entidad considera que los gitanos que logran graduarse son "grandes campeones", a los que les une la superación de múltiples barreras, por contar con un punto de partida desventajoso. Ella fue una de esas jóvenes que logró culminar la formación universitaria, pero de niña tenía que ir a casa de una amiga para hacer los deberes, porque no tenía espacio en la suya. La mayoría de familias gitanas están afectadas por la pobreza y muchos padres "no tienen formación para tutorizar a sus hijos o pagarles clases particulares", explica a RTVE.
El apoyo familiar, una de las claves de éxito
Carmen Jiménez se gradúa este curso, pero sabe que el camino hubiera sido más sencillo si hubiera contado con referentes. Asegura a RTVE que ha logrado su meta gracias al apoyo de su familia y las becas que le han permitido estudiar, mientras trabajaba para hacer frente a los gastos. Desde pequeña, sabía que quería ser maestra y su entorno siempre ha sido su sostén, aunque significara dedicar horas extra al trabajo para que tanto Carmen como sus hermanos pudieran disfrutar de un entorno adecuado. Siempre les han inculcado la importancia de estudiar, por eso la joven sostiene que su "éxito es compartido con ellos".
El apoyo familiar es el elemento que se repite en estas historias con final feliz. Nazareth Jiménez, de 24 años, terminó sus estudios de Derecho hace un par de cursos y cuenta a RTVE que se lo debe a "dos padres muy sacrificados". También ha sido fundamental su propio esfuerzo, las horas de trabajo en comercios y hostelería y las becas. Como Carmen, es la primera graduada universitaria de su familia. Ahora sabe que su hermana pequeña, que todavía está en el colegio y con buenos resultados, contará con el referente cercano que ella no tuvo.
La joven insiste en que muchas familias gitanas "no tienen cubierto el primer escalón de necesidades básicas" y, en ese contexto, "otras cosas pasan a un segundo plano". Por ejemplo, explica, es complicado llegar a tiempo a una clase de inglés cuando estás inmerso en un proceso de desahucio. Las dificultades económicas son uno de los factores más limitantes. Nazareth se considera afortunada porque proviene de "una familia estable", pero recuerda con cierto amargor que sus cumpleaños, en el mes de septiembre, han sido siempre un momento difícil porque el "gran desembolso" que suponía hacer frente a la compra del material escolar dejaba pocos recursos para los regalos que una niña espera.
La campaña EL CERO'8
La fundación ha lanzado este viernes la campaña EL CERO'8, con la que se reivindican medidas a los poderes públicos y se visibiliza la problemática. Según apuntan desde la institución, los poderes públicos son los responsables de tomar las medidas para garantizar que el alumnado gitano termine sus estudios obligatorios y continúen su formación.
Así, la Fundación Secretariado Gitano reclama acciones inmediatas a las autoridades educativas para aumentar la cifra de graduados cada año. De este modo, pide un Plan específico de Orientación y Refuerzo Educativo estatal para revertir la situación de fracaso y abandono educativo del alumnado gitano y abordar la segregación escolar que afecta a 1 de cada 3 niñas y niños gitanos. También exige implantar medidas que garanticen la incorporación gratuita de la infancia gitana en las primeras etapas de la Educación Infantil y solicita el desarrollo de opciones para el retorno a los estudios formales.
"Urge que las administraciones educativas actúen"
La directora general de la Fundación Secretariado Gitano ha subrayado que "es urgente que las administraciones educativas actúen contra el fracaso escolar, la segregación y la falta de recursos desde las etapas más tempranas". De este modo, —continúa Giménez—, se podría "impedir que los jóvenes gitanos y gitanas vean limitado su futuro por un sistema que no garantiza la igualdad de oportunidades".
Giménez defiende que el Ministerio de Educación debe tomar medidas específicas. Asegura que no se trata de provocar una segregación escolar, sino de habilitar espacios, fuera del horario reglado, en los que los niños gitanos tengan acceso a ordenadores, profesores y orientadores que les ayuden, así como otros gitanos y gitanas de referencia. En definitiva, se trata de ofrecerles un apoyo y que puedan "tener lo que no tienen en casa". Desde Secretariado Gitano impulsan proyectos en este sentido, porque sostienen que "la nueva generación de gitanos quiere progresar, conseguir buenos empleos y salir del suelo pegajoso de la pobreza".
Por su parte, la estudiante Carmen Jiménez, que reitera la necesidad de que se apoye a los alumnos gitanos, ha pedido a las instituciones "implementar políticas reales". Asimismo, ha reclamado "un cambio profundo que haga de la educación una herramienta de inclusión y respeto para todos".
