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Radiografía del programa nuclear de Irán: uranio, centrifugadoras y secretos escondidos bajo tierra

  • La infraestructura nuclear iraní abarca un complejo sistema con múltiples instalaciones estratégicas
  • Israel argumenta su ofensiva en que el país persa está ya a las puertas de construir armamento nuclear
Ilustración a partir de una vista de la central nuclear de Bushehr, en Irán.
Vista de la central nuclear de Bushehr, en Irán, en abril de 2024. GETTY / INFOGRAFÍARTVE
SAMUEL A. PILAR / DatosRTVE

Desde la Revolución Islámica de 1979, la retórica de Irán hacia Israel se ha caracterizado por su extrema dureza. A lo largo este tiempo, todos los presidentes y los dos líderes supremos que ha tenido el país persa han expresado su oposición feroz a la existencia del Estado de Israel, materializada en palabras como las del actual jefe de Estado, el ayatolá Ali Jameneí, quien en numerosas ocasiones ha repetido que "Israel debe ser borrado del mapa" o que "el régimen sionista será eliminado", haciendo referencia incluso a la "solución final", el nombre con el que el Tercer Reich bautizó a su plan para exterminar sistemáticamente a la población judía de Europa.

Durante décadas, este agresivo discurso ha resultado más útil como herramienta política que como verdadera declaración de intenciones, ya que rara vez se ha traducido en acciones militares directas. A pesar de ello, Israel considera el desarrollo de armamento nuclear iraní como una amenaza existencial, y por ello siempre ha vigilado con profunda inquietud su programa nuclear.

El Gobierno hebreo ha asegurado que en ningún caso permitirá un Irán nuclear, aunque ello implique actuar de manera unilateral. Este fue el motivo que impulsó la ofensiva israelí el 13 de junio y, de hecho, Donald Trump señalaba este miércoles su convencimiento de que Irán "estaba a semanas" de lograr un arma nuclear. Sin embargo, el propio nombre de la operación, Rising lion (El león que se levanta), como probable referencia al león que aparece en la bandera monárquica iraní, la anterior a la Revolución Islámica, podría estar dando una importante pista de que esta no era la única razón.

"La explicación oficial es la destrucción del programa nuclear, pero por los últimos días parece que lo que busca Israel básicamente es diezmar el liderazgo militar del país con el asesinato de altos rangos, y creo que el objetivo ya no es simplemente destruir las capacidades nucleares de Irán, sino que Benjamín Netanyahu considera que hay una ventana de oportunidad para provocar un cambio de régimen", asegura a RTVE.es Moussa Bourekba, investigador principal de CIDOB (Barcelona Centre for International Affairs).

Uranio enriquecido al 60%

En cualquier caso, los recelos del Gobierno israelí tampoco serían infundados. Desde el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) señalan que Irán acumula aproximadamente 275 kilos de Uranio enriquecido al 60%, cerca del nivel necesario para fabricar bombas atómicas (90%). La agencia atómica asegura que ningún país del mundo que no tenga armamento nuclear dispone de uranio con semejante pureza.

"Irán mantiene que su programa nuclear es únicamente civil, pero para eso no hace falta enriquecer tanto el uranio", declara a RTVE.es Gonzalo Escribano, investigador principal del Real Instituto Elcano, donde dirige el programa Energía y Clima. "Pero no solamente eso, sino que todos los desarrollos de misiles y balística hacen sospechar que también van en esa dirección".

"Para Israel, sí que supone una amenaza existencial que tenga el arma nuclear un país que ha reiterado que quiere erradicarle. Y no solo para Israel, ahí están también países como Arabia Saudí, a los que no les gustaría tener a un Irán con armamento atómico", agrega este especialista.

El verdadero grado de desarrollo del programa nuclear iraní desde el punto de vista armamentístico es una incógnita. Para Escribano, "parece razonable pensar que quizá no tan cerca como dicen los israelíes, pero es prudencial pensar que tampoco está tan lejos como pensaban las últimas estimaciones de inteligencia de Estados Unidos, ya que muchas de ellas se basan en datos de hace año o año y medio, y en ese tiempo han pasado muchas cosas en la región".

Bourekba considera que "desde la perspectiva israelí, el concepto de amenaza existencial ha cobrado un sentido nuevo a partir del 7 de octubre de 2023, cuando fue atacado en su propio territorio, con un balance mortal nunca visto antes". "El discurso israelí hace hincapié en que Irán está desarrollando su programa nuclear necesariamente con fines militares, cuando en la realidad es que hasta la fecha no se ha demostrado", manifiesta, aunque reconoce que "desde 2018 ha ido enriqueciendo el uranio como no lo había hecho antes".

"Esta idea la usan y la han usado los líderes políticos, especialmente a lo largo de los últimos meses, como un pretexto para seguir imponiendo cambios mediante la fuerza y no mediante la diplomacia", opina.

Central de Natanz, tras los bombardeos israelíes.

Imagen satelital de la central de Natanz, en la que se aprecian los daños de los recientes ataques aéreos israelíes. EFE / EPA / MAXAR

Salto en el número de centrifugadoras avanzadas

El desarrollo del programa nuclear iraní ha sido durante décadas una fuente constante de tensión internacional y un enigma para Occidente. Bajo un envoltorio pacífico, Teherán ha avanzado en capacidades tecnológicas que muchos expertos consideran de doble uso, alimentando sospechas sobre una potencial ambición armamentística encubierta.

La infraestructura nuclear iraní constituye un sistema complejo formado por múltiples instalaciones estratégicamente distribuidas para incrementar la seguridad ante ataques externos. Con casi 15.000 centrifugadoras avanzadas operativas en Natanz y Fordow, según datos del Instituto de Ciencia y Seguridad Internacional (ISIS, por sus siglas en inglés), además de esas reservas ya mencionadas de aproximadamente 275 kilogramos de uranio enriquecido al 60%, Irán se encuentra en una posición técnica que le permitiría desarrollar capacidades nucleares militares en un plazo de tiempo muy breve.

Su capacidad actual estaría aproximadamente en 37,5 kilogramos de uranio enriquecido al 60% por mes, que equivaldría a unos 450 kilogramos al año, cantidad suficiente para múltiples armas nucleares si su pureza aumenta al 90%.

Es muy significativo el salto que ha experimentado en cuanto al número de centrifugadoras avanzadas activas en el último año. Según la misma fuente, en mayo de 2024, apenas disponía de 7.583 en las plantas de Natanz y Fordow; mientras que 12 meses después ha pasado a tener 14.689, lo que supone un incremento del 94%.

Sobre el motivo detrás de este fuerte aumento existen varias posibles explicaciones, aunque la principal hipótesis sostiene que Irán ha sufrido recientemente importantes reveses desde el punto de vista geoestratégico, lo que le ha empujado a intensificar su programa nuclear. "Ha fallado su estrategia de evitar un enfrentamiento directo con Israel por medio de fuerzas aliadas. Ha perdido a Bachar al-Asad en Siria, Hizbulá está fatal en Líbano, Hamás está que no puede tampoco y los hutíes son los únicos que parece que se mantienen en Yemen", recalca Gonzalo Escribano, quien no obstante deja claro que, en cualquier caso, "no dejan de ser conjeturas".

Uranio-238 y uranio-235

Aunque existen varios métodos para enriquecer uranio, en la actualidad solo la centrifugación es viable a nivel industrial para poder desarrollar un programa nuclear avanzado. Controlar la tecnología de enriquecimiento por centrifugación es el paso más difícil para cualquier país que quiera disponer de armas nucleares.

El uranio natural contiene principalmente dos isótopos: uranio-238 (en una proporción de 99,3%) y uranio-235 (en un 0,7%). Es este último el que puede fisionarse y usarse como combustible o para desarrollar armamento. La centrifugación es un proceso que permite enriquecer uranio separando estos dos isótopos y aumentando la proporción de U-235, mediante el uso de gas de hexafluoruro de uranio (UF₆) en centrifugadoras que giran a gran velocidad. Sin embargo, se trata de un procedimiento extremadamente delicado que requiere tecnología de precisión milimétrica, materiales resistentes a fuerzas extremas y un control riguroso del proceso. Pocas naciones en el mundo dominan la fabricación de centrifugadoras avanzadas.

La dificultad técnica no crece de forma lineal: enriquecer del 0,7% al 20% lleva mucho más tiempo que del 20% al 90%. Por eso, cuando un país enriquece uranio al 60%, como es el caso de Irán, ya ha recorrido la mayor parte del camino técnico hacia una bomba nuclear. Aunque aún no ha declarado haber llegado al 90%, posee la capacidad técnica para hacerlo rápidamente, lo que reduce el llamado "tiempo de ruptura", el necesario para producir suficiente material para armas nucleares.

El Instituto de Ciencia y Seguridad Internacional estimó en febrero de 2024 que el "tiempo de ruptura" de Irán era de aproximadamente una semana. Con las capacidades actuales, Irán apenas necesitaría dos o tres días para enriquecer 25 kilogramos de uranio al 90%, necesarios para una bomba nuclear, en su instalación de Fordow.

Aunque luego habría que resolver la última pieza del rompecabezas, cuya dificultad técnica también es extraordinaria. "Una cosa es llegar a tener el uranio enriquecido a los niveles necesarios, y otra tener capacidad para montar el arma, porque hay que miniaturizarlo hasta un tamaño que quepa en la cabeza de un misil balístico, y además que ese misil funcione correctamente", explica Gonzalo Escribano.

De la extracción de uranio hasta su enriquecimiento

Las principales instalaciones nucleares de Irán incluyen Natanz y Fordow, que albergan centrifugadoras para enriquecer uranio. El país persa también cuenta con el reactor de agua pesada de Arak, y posee el reactor de investigación de Teherán, además de múltiples instalaciones de conversión y almacenamiento, como la planta de Isfahán, donde se produce hexafluoruro de uranio para su uso en centrifugadoras. La principal fuente de uranio es la mina de Saghand, a la que se suma el yacimiento de Narigan.

Estas instalaciones forman la base del programa nuclear iraní, que abarca el proceso completo, desde la extracción de uranio hasta su enriquecimiento.

Natanz

La instalación nuclear de Natanz, ubicada en el centro de Irán, es el complejo de enriquecimiento de uranio más grande y emblemático del país. Alberga la mayor parte de las centrifugadoras avanzadas del programa, y ha sido durante años el corazón del programa de enriquecimiento de Irán, lo que la ha situado en el centro de tensiones internacionales, sabotajes y negociaciones nucleares, incluyendo el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, por sus siglas en inglés) de 2015, firmado entre Irán, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, China, Rusia y Alemania. Desde la retirada de EE.UU. de este acuerdo en 2018, Natanz ha incrementado significativamente su producción de uranio enriquecido.

Fordow

Junto con Natanz, Fordow constituye la otra gran instalación nuclear subterránea de Irán. Está ubicada cerca de la ciudad de Qom, al sur de Teherán, y se encuentra enterrada bajo una montaña, reforzada por múltiples capas de hormigón y sistemas de defensa aérea. Ha sido diseñada para resistir bombardeos convencionales, lo que la convierte en un objetivo particularmente difícil de neutralizar sin armamento especializado.

A pesar de que el número de centrifugadoras de Fordow es mucho menor que el de Natanz, su capacidad de producir uranio enriquecido al 60% es mucho mayor: 33,5 kilogramos por mes, según el último informe del Instituto de Ciencia y Seguridad Internacional (ISIS). Esto se debe a que Natanz produce principalmente uranio de menor pureza.

Imagen satelital de la central de Fordow.

Imagen satelital de la central de enriquecimiento de uranio de Fordow, que se encuentra oculta bajo la montaña. AFP / MAXAR

Isfahán

El Centro de Tecnología Nuclear en Isfahán es una instalación dedicada al tratamiento de uranio, haciendo posible su posterior enriquecimiento. Contiene una planta de conversión que transforma el mineral en hexafluoruro de uranio, el compuesto necesario para el proceso de centrifugado.

Arak

Irán también posee un reactor de agua pesada en Arak, al suroeste de Teherán, donde potencialmente podría producir plutonio, otro material que se emplea en la fabricación de armamento nuclear. El agua pesada se utiliza principalmente como moderador y refrigerante en ciertos tipos de reactores operados con uranio natural, como el IR40, el de Arak. Estos reactores, a diferencia de los que utilizan uranio enriquecido, producen plutonio como resultado de reacciones nucleares secundarias.

Bushehr

La central de Bushehr, situada en la costa del Golfo Pérsico, es la primera planta nuclear civil de Irán. Su construcción comenzó en 1975 con la participación de empresas alemanas, pero fue interrumpida tras la Revolución Islámica de 1979. En 1995, Irán y Rusia firmaron un acuerdo para finalizar su construcción. La central comenzó a aportar electricidad a la red nacional a finales de 2011. Con un reactor de 1.000 MW, Bushehr está diseñada para la generación eléctrica de uso civil.

Saghand y Narigan

La mina de Saghand, localizada en la provincia de Yazd, representa la principal fuente de uranio natural, junto con el yacimiento de Narigan, inaugurado en 2023, que Irán anunció como uno de los depósitos más grandes del país. Estas dos explotaciones proporcionan el material base con el que arranca el ciclo de combustible nuclear iraní.

Teherán

El reactor de investigación de Teherán fue inaugurado en 1967 con tecnología estadounidense. Su función principal es la producción de isótopos médicos y radiactivos para aplicaciones en medicina nuclear e investigación científica. Sin embargo, al operar con uranio enriquecido al 20%, esta instalación genera suspicacias en la comunidad internacional, ya que desde el punto de vista técnico se encuentra en el umbral a partir del cual resulta más sencillo dar el salto hacia un enriquecimiento con fines armamentísticos.

Karaj

Cerca de la ciudad de Karaj existe un centro de investigación de tecnologías nucleares aplicadas a la agricultura y la medicina. También está en el punto de mira internacional porque podría utilizarse para la producción y el desarrollo de centrifugadoras.

¿Cómo ha golpeado Israel al programa nuclear iraní?

Aunque los ataques de Israel causaron daños, no han alterado significativamente las capacidades nucleares iraníes. En Natanz, Israel destruyó la planta piloto de enriquecimiento, además de dañar subestaciones eléctricas e infraestructura de apoyo, aunque las instalaciones subterráneas principales aparentemente no sufrieron daños importantes.

Fordow reportó activación de sistemas de defensa aérea durante los ataques, pero no se confirmaron impactos directos significativos. La OIEA tampoco ha detectado un aumento en los niveles de radiación fuera de las instalaciones atacadas. Además, Isfahán experimentó daños visibles en al menos dos estructuras.

El primer día de la ofensiva, ISrael asesinó a nueve científicos y expertos del programa nuclear iraní, incluyendo especialistas en ingeniería nuclear, física nuclear e ingeniería química. Esta pérdida representa un impacto a largo plazo en el desarrollo del programa, aunque no afecta inmediatamente las operaciones de enriquecimiento en curso.

Negociaciones entre Irán y EE.UU.

Después de retirarse en 2018 del Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA), durante su primer mandato, Donald Trump ha retomado este año su política de "máxima presión" sobre Irán en relación con su programa nuclear. En febrero reinstauró duras sanciones económicas, especialmente sobre el petróleo, y en mayo presentó una propuesta formal que calificó como la "última oportunidad" para alcanzar un nuevo acuerdo más estricto que el de 2015. Trump exige a Irán frenar el enriquecimiento de uranio, limitar su programa de misiles balísticos y reducir su influencia regional.

El ataque de Israel se produjo dos días antes de la sexta ronda de negociaciones entre Washington y Teherán, una cita que fue anulada ante la escalada. "Israel ha conseguido romper todos estos esfuerzos diplomáticos, considerando que la única vía posible para resolver estas cuestiones es la militar, que ha sido su principal discurso al menos desde el 7 de octubre de 2023, aunque también antes", apunta Moussa Bourekba.

"A la vez, permitirá avanzar a Netanyahu hacia sus objetivos estratégicos, desviar la atención del genocidio que se está cometiendo en Gaza y también forzar a sus aliados, tanto a EE.UU. como a países europeos, a apoyarlo como mínimo de manera diplomática de cara a esta campaña militar contra Irán", reflexiona.

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