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La UE aplaza la votación sobre la oficialidad del catalán, euskera y gallego tras las dudas expresadas por varios países

  • El Gobierno necesitaba la unanimidad de los Veintisiete para que saliera adelante su propuesta
  • Varios países, entre ellos Finlandia, Suecia y Austria, habían expresado dudas de legalidad y financiación

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Bruselas aplaza la decisión para oficializar el catalán, el euskera y el gallego en la UE

La Unión Europea ha aplazado este martes la votación de la propuesta española sobre la oficialidad del catalán, el euskera y el gallego en las instituciones europeas, después de que varios países, como Finlandia, Suecia, Austria y Croacia, expresaran sus dudas legales y financieras. La iniciativa del Ejecutivo español, pactada con Junts hace dos años, necesitaba la unanimidad de los Veintisiete para salir adelante.

En rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, ha confirmado que España ha aceptado la "petición de varios países de seguir dialogando" y ha asegurado que en estas últimas semanas se habían conseguido "grandes avances" y había "un número amplio de estados dispuestos a aprobar esta iniciativa. "El interés del Gobierno es que se reconozca y se respete esa identidad plurilingüe que tiene nuestro país. Vamos a seguir dialogando para conseguir ese reconocimiento", ha asegurado Alegría.

Albares ve "irreversible" la oficialidad del catalán pese a los países reticentes

El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, cree que la oficialidad del catalán, el euskera y el gallego en las instituciones europeas es ya "irreversible", pese a las reticencias expresadas por los gobiernos de "siete" Estados miembros de la UE. Albares ha recalcado en declaraciones a TVE que el reconocimiento de esta oficialidad es un compromiso "irrenunciable" e "irreversible" del Gobierno y ha avanzado que esta misma tarde contactará con los ministros de Exteriores de estos siete países reticentes para intentar despejar sus dudas "financieras y jurídicas" a este respecto.

También ha aprovechado para hacer un llamamiento a "todos los partidos políticos españoles", especialmente al PP como principal partido de la oposición, a que "se sumen a este esfuerzo, que tiene que ser colectivo", para convencer a los gobiernos de los Estados miembros que "todavía" no avalan la propuesta de oficialidad que plantea el Gobierno de Sánchez. "Me parece impensable, no se me pasa ni un segundo por la cabeza, que pueda haber un solo partido que rechace las lenguas españolas", ha aseverado.

Asimismo, ha sostenido que es un "error" atender a la cuestión desde una óptica partidista: "Este no es un tema partidista es, es un tema de nuestra Constitución, de cómo nos entendemos y convivimos los españoles".

Albares, sobre la oficialidad del catalán, euskera y gallego en la UE: "Tiene que ver con la identidad española"

El aplazamiento de la votación se ha producido, según ha explicado Albares, por decisión de la presidencia polaca de este primer semestre de 2025, ya que se trata de una prerrogativa que tiene como presidencia de turno y para ello han alegado dudas legales y financieras.

Las negociaciones se habían intensificado en las últimas horas y, según fuentes de Moncloa a RTVE, se trabajaba ya con la posibilidad de aplazar la votación incluida en el orden del día al inicio del Consejo de Asuntos Generales de la UE. La decisión de aplazar la votación se ha conocido en el transcurso de la reunión. Para que la petición española saliera adelante tenía que ser aprobada por unanimidad o al menos no cosechar ningún veto de ninguno del resto de 26 Estados miembros.

España plantea que la traducción de la legislación comunitaria a los tres idiomas se haga por fases, a partir de 2027. En primer lugar se empezaría por los reglamentos desde el año 2017, y el resto de legislación, como las directivas comunitarias, se traducirían más adelante.

Se seguiría de este modo una lógica similar a la que se adoptó con el gaélico, que se convirtió en idioma oficial de la UE en 2007, dos años después de que lo solicitase Irlanda, aunque las leyes no se empezaron a traducir hasta 2015, por la falta de traductores disponibles.

España, además, insiste en que asumiría el coste que supondría traducir la legislación comunitaria al catalán, el euskera y el gallego, que según una estimación preliminar de la Comisión Europea, basada precisamente en la experiencia del gaélico, ascendería a los 132 millones de euros.

El Gobierno alega también que los tres idiomas están reconocidos como lenguas cooficiales en la Constitución española y que se pueden utilizar ya en las Cortes Generales españolas, tanto en el Congreso como en el Senado, por lo que la UE debe aceptar su oficialidad.

Varios países mantenían dudas sobre la propuesta

En las discusiones preparatorias entre embajadores para esta reunión, solo Portugal y Bélgica tomaron la palabra para expresar su apoyo a la propuesta española, según fuentes europeas a Europa Press. Entonces, los países bálticos y nórdicos, además de Francia e Italia, expresaron sus dudas sobre el alcance de la reforma y la falta de informes jurídicos y económicos solicitados por varias delegaciones en el pasado.

Varios países habían expresado su temor de que este paso abra la reclamación de la oficialidad de otras lenguas minoritarias como el ruso o el turco o, en el caso de Francia, el bretón y el corso. De hecho, algunos han expresado sus dudas financieras y legales sobre la oficialidad del catalán, el euskera y el gallego, al inicio de la reunión donde los Veintisiete han abordado la cuestión que finalmente no ha sido sometida a votación.

Desde primera hora, el ministro finlandés de Asuntos Europeos, Joakim Strand, ha dicho a su llegada al Consejo de Asuntos Generales de la UE que esperaba no tengan que votar este martes porque cree que la cuestión "no está madura". En este sentido, advertía sobre la necesidad de tomarse "muy seriamente" las "dudas legales" que han expresado oralmente los servicios jurídicos del Consejo de la UE conforme a la adecuación de la cuestión con el artículo 55 del Tratado de Lisboa referente a las lenguas originarias en las que está redactado.

En la misma línea, la ministra sueca de Asuntos de la UE, Jessica Rosencrantz, ha asegurado que su país y otros países albergan dudas sobre la evaluación jurídica y de los costes, aunque al mismo tiempo ha dicho que comprende que "la cuestión es muy importante para España" y ha recordado que Suecia ha sido uno de los países que ha planteado dudas. Dado que es la primera vez que la petición española se debate a nivel ministerial, ha añadido que escuchará "lo que tienen que decir otros países".

También la ministra de Austria para Europa, Claudia Plakolm, había subrayado que aún hay "cuestiones legales" y relacionadas con costes. Un mensaje que también han trasladado Croacia y Hungría.

Solo Dinamarca y Eslovenia habían adelantado que, en caso de celebrarse la votación no se iban a oponer. La ministra de Asuntos Europeos de Dinamarca, Marie Bjerre, a su llegada a la cita que esta cuestión es "muy importante para España" y que ha tenido ocasión de abordarla con el secretario de Estado para la UE, Fernando Sampedro. "Dinamarca no se interpondrá en el camino para alcanzar un consenso en el Consejo sobre esta cuestión", ha adelantado la ministra danesa.

También el secretario de Estado de Asuntos Europeos de Eslovenia, Marko Stucin, ha señalado que apoyará la petición española si se vota aunque ha reconocido que "sigue habiendo dudas, problemas jurídicos, financieros y sensibilidades de algunos Estados miembros por sus lenguas y sus países, así que es muy difícil saberlo". En cualquier caso, ha dicho que "seguirá siendo optimista" pese a desconocer si se podrá tomar una decisión definitiva en la reunión de este martes.

El PP advierte de que se tendrían que modificar los tratados

El PP ha advertido, según fuentes de la formación a RTVE, que para que una lengua que no es oficial en el conjunto del Estado sea oficial en la Unión Europa hay que modificar los tratados. Y además, en ese caso, dicen que se tendrían que pronunciar todos los parlamentos y que por tanto, "no se puede acordar esto en una reunión de ministros". Y remarcan que hay 40 lenguas en la UE en la misma situación, sin aclarar si ellos estarían de acuerdo en modificar esos tratados.

El líder de los populares, Núñez Feijóo ha dicho que, según el informe técnico del Consejo, podría tratarse de un "supuesto de ilegalidad" que conllevaría la necesidad de reformar los tratados para "dar cabida a idiomas que no son oficiales en la totalidad de los estados miembros". Al mismo tiempo ha expresado su "absoluto respeto y apoyo" al catalán como lengua.

Su portavoz, Borja Sémper manifestaba este lunes que le parece un debate "innecesario" y "un intento absurdo y de la peor manera posible de presionar a países socios", mientras el secretario general del PP de Cataluña, Santi Rodríguez, defendía este lunes que si el Gobierno está negociando con los países para que respalden la oficialidad del catalán, el PSOE también debía "asumir que otros puedan hacer exactamente lo mismo" en sentido contrario.

Vox había expresado su interés en que la oficialidad del catalán, el euskera y el gallego en la UE "se frene". Su portavoz, Pepa Millán, cree que el "único afán" de Sánchez es "mantenerse en el poder", y que "si para eso tiene que ceder ante el expresidente catalán, Carles Puigdemont, y "colocar el catalán en toda Europa para contentar a un prófugo de la justicia", lo va a terminar haciendo.

Los partidos catalanes, vascos y gallegos acusan al PP de "obstruccionismo"

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Salvador Illa, ha manifestado su "decepción" y ha acusado de una actitud "obstruccionista" al PP, y a su presidente, Alberto Núñez Feijóo de haber "trabajado" para que el catalán no sea oficial en Europa. Es "algo ciertamente difícil de explicar, inhabilitante para quien quiere gobernar España", ha afirmado el primer secretario del PSC. "Vamos a seguir trabajando y hoy estamos más cerca de conseguirlo", ha insistido Illa sobre la oficialidad de las lenguas que según ha asegurado, hablan 20 millones de personas.

Por su parte, Junts, la formación del expresidente catalán Carles Puigdemont, con la que el Gobierno pactó la medida, ha admitido que era difícil que saliera adelante la propuesta, y también ha criticado al PP, por las gestiones de este fin de semana, que señala, no han ayudado en absoluto. Puigdemont ha cuestionado a través de un mensaje en redes sociales "si las leyes están para cumplirlas o solo es para los catalanes" y ha recordado que el Estatut obliga a los gobiernos catalán y español a "emprender las acciones necesarias para el reconocimiento de la oficialidad del catalán".

La diputada del PNV Maribel Vaquero también ha cargado contra el PP, considera que tendría que dar todas las explicaciones de por qué ha puesto "toda la maquinaria" en contra del euskera y ha defendido que se trata de una lengua oficial en Euskadi, "pero es europea y por lo tanto tiene que ser oficial en Europa".

Mientras, la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, ha tachado de "vergonzoso y triste" que el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, "trabajen en contra del gallego" para que "no sea oficial en la Unión Europea". Pontón ha asegurado que mira "con esperanza" la posible aprobación del gallego como lengua oficial en la UE y ha lamentado que el PP, "en lugar de arrimar el hombro", lo que hace es, en su opinión, "intentar poner piedras en el camino" para que esto no se produzca.

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