Von der Leyen avanza desde Albania nuevas sanciones a Rusia que afectarán al Nord Stream y el sector financiero
- La reunión europea coincide con las conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania que se celebran en Estambul
- Sigue en directo la guerra en Ucrania
Albania acoge este viernes una cumbre de la Comunidad Política Europea. Lo hace en un momento clave, coincidiendo con las conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania que se celebran en Estambul, cuyo resultado todavía sigue siendo incierto. En este sentido, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha asegurado que los 27 están trabajando en un nuevo paquete de sanciones contra Moscú para aumentar la presión sobre el jefe del Kremlin, Vladímir Putin.
Las nuevas sanciones incluirían, entre otras cosas, medidas contra los gasoductos Nord Stream 1 y 2 así como nuevos golpes a los bancos que apoyan su maquinaria bélica y a la flota fantasma con la que Moscú trata de eludir las restricciones comerciales. "El presidente (ucraniano, Volodímir) Zelenski estaba listo para una reunión. El presidente Putin nunca se presentó. Esto muestra la verdadera cara del presidente Putin, no quiere la paz. Por eso tenemos que aumentar la presión y por eso estamos trabajando en un nuevo paquete de sanciones", ha dicho la presidenta.
Zelenski también asistirá a la cumbre tras las reuniones del jueves en Turquía. La del viernes es una cita anual que reúne a la mayoría de los jefes de Estado y de Gobierno del Viejo Continente, y que en esta edición dedicará buena parte de su agenda a la guerra en Ucrania. En este contexto, el primer ministro británico, Keir Starmer, ha acusado al presidente ruso "de vacilar y demorar, mientras continúa matando y causando derramamiento de sangre en toda Ucrania, son intolerables" reiterando que el jefe del Kremlin debería "pagar el precio por su negativa a la paz".
Se refería al rechazo de Putin a la oferta del presidente ucraniano de reunirse personalmente con él en Estambul para empezar los contactos directos entre ambos bandos beligerantes. Ante esta negativa, Zelenski se reunió con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, que también ha viajado este viernes a Tirana.
Tras estas conversaciones, el presidente ucraniano decidió volar desde Turquía a Albania. Atrás ha dejado a su delegación encargada de las negociaciones, encabezada por el ministro de Defensa, Rustem Umérov, que espera mantener este viernes reuniones con los enviados rusos. Putin, por su parte, ha enviado a perfiles políticos más bajos pero más técnicos para lograr un alto el fuego de al menos un mes que permita avanzar hacia las negociaciones de paz.
La diplomacia europea y Ucrania pidieron reiteradamente una tregua antes de que tuviera lugar cualquier conversación entre Kiev y Moscú. Una petición que fue rechazada por Rusia, reacia a aceptar un cese de las armas prolongado que, según argumenta, permitiría a las fuerzas ucranianas reforzarse con armas occidentales, lo que le haría perder la ventaja que su Ejército mantiene en el frente. Desde el comienzo de la guerra, el Kremlin ha sido firme con sus exigencias: que Ucrania renuncie a unirse a la OTAN, ceda cuatro de sus regiones parcialmente controladas por Rusia, además de Crimea, anexada en 2014, y que cesen los envíos de armas occidentales. Ucrania considera inaceptables estas demandas y pide garantías de seguridad sólidas, como el despliegue de un contingente militar europeo para disuadir a los rusos de una nueva invasión.
Durante las conversaciones, Zelenski ha demandado "una rección fuerte de la comunidad internacional" si Putin no acepta el alto el fuego y ha pedido "una oportunidad para acabar con la matanza".
Antes de las reuniones a puerta cerrada, la jefa de política exterior de la UE, Kaja Kallas, que ha asegurado que "está claro" que Rusia "no quiere la paz", mientras que el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, ha afirmado que Moscú había cometido un "error" al enviar un equipo "de segunda categoría" a Estambul. De la misma forma lo ha manifestado el presidente francés, Emanuel Macron, al considerar que Rusia "no quiere un alto el fuego" y se necesita "más presión" sobre Moscú.
A este respecto, el presidente francés ha asegurado que Trump mantendrá contactos telefónicos con Moscú en las próximas horas o días para aclarar el estancamiento de las negociaciones y buscar avances hacia una tregua en Ucrania.
Medio centenar de líderes Europeos
Se espera que la cumbre en Albania reúna a líderes de 47 países de la UE y de la periferia del continente, donde además de Starmer, Macron y Zelenski, asistirán el canciller alemán, Friedrich Merz, así como Von der Leyen, Kallas y Rutte.
En los márgenes de la cumbre, el presidente español, Pedro Sánchez, también en Tirana, ha impulsado junto a Irlanda un debate sobre la búsqueda de una solución para la guerra en Gaza. Según Moncloa, el objetivo es aunar esfuerzos para condenar los ataque israelíes y exigir la entrada inmediata de ayuda humanitaria en el enclave palestino. Sobre Oriente próximo también se ha posicionado Macron, al pedir a sus socios comunitarios que se posicionen en contra de la "situación inaceptable" que se vive en Gaza para tener más credibilidad en el exterior al condenar guerra de Ucrania.
Además, el presidente del Ejecutivo español participará en una mesa redonda sobre las interconexiones energéticas, un tema que cobra especial importancia tras el apagón que sufrió el país hace dos semanas.
"La Unión Europea es absolutamente la única manera de mirar hacia el futuro", ha asegurado el anfitrión del evento, el primer ministro albanés, Edi Rama, en vísperas de la cumbre. Su país, que también es candidato a ser miembro de la UE, sabe "exactamente lo que es" estar en guerra, según el mandatario, quien ha asegurado que hay "pruebas de que Europa es el mejor lugar para estar", en relación con la candidatura ucraniana para formar parte del club de los 27.