Las claves del rearme de Europa: dinero, coordinación y paciencia
- Los expertos coinciden en que el incremento en defensa debe ir acompañado de la creación de un mando único de las tropas europeas
- Directo: última hora de la guerra Ucrania - Rusia


"Estamos en una era de rearme y Europa está dispuesta a aumentar masivamente su gasto en defensa". Es la declaración de intenciones que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, lanzó hace unos días tras presentar su plan para rearmar Europa, que contempla movilizar 800.000 millones de euros para aumentar el gasto en defensa.
Las decisiones de Trump sobre Ucrania han sacado a Europa de un letargo endémico en materia de defensa. Bruselas se ha dado cuenta de que necesita ser capaz de defenderse sola. Pero, ¿cómo debe rearmarse Europa? ¿Qué necesita para conseguir la ansiada autonomía estratégica? Son algunas de las cuestiones que analizamos en un nuevo capítulo del podcast 'Diario de Ucrania' con la ayuda de Gustavo Palomares, director del Instituto Universitario de Investigación Gutiérrez Mellado, y Alexandr Burilkov, director adjunto de Investigación del GLOBSEC GeoTech Center.
Algo más que dinero
Lo primero que ha hecho la Unión Europea ha sido poner cifras sobre la mesa. "Es un primer paso imprescindible y fundamental. El dinero está muy bien, pero no solo es una cuestión de cantidad", afirma Gustavo Palomares, que subraya que lo importante es mantener ese gasto en el tiempo. "Igual de determinante que elevar el gasto es establecer una continuidad que permita que sea un impulso sostenido en el tiempo", explica.
Alexandr Burilkov coinciden en la importancia de tener paciencia para que el incremento del gasto no sea flor de un día. "Es fundamental porque uno de los problemas que tiene Europa es que las armas le cuestan muy caras porque hace pedidos muy pequeños. Los precios bajarían sustancialmente si hubiera un plan a largo plazo para hacer grandes pedidos durante largos periodos de tiempo".
Sobrevivir sin la industria militar de Estados Unidos
El experto del GLOBSEC GeoTech Center cree que Europa puede sostener a Ucrania sin el apoyo de Estados Unidos. "Económicamente no será un problema. No es tanto una cuestión financiera como de producción. Puedes tener dinero fabricar armamento, pero puedes no tener la capacidad para producirlas. Y el verdadero reto para Europa es aumentar la producción", asegura.
Burilkov elaboró hace unas semanas un informe publicado por Bruegel y el Instituto Kiel que pone cifras a lo que necesita Europa para poder defenderse sin Estados Unidos: 300.000 soldados, 1.400 tanques, 2.000 vehículos blindados de combate y 700 piezas de artillería. "Es un esfuerzo importante, pero Europa puede conseguirlo. No inmediatamente, pero sí a largo plazo. Hay que tener en cuenta que ya fabrica algunos componentes de aviones o lanzacohetes diseñados en Estados Unidos, como los aviones F35 o los lanzacohetes HIMARS", recalca.
Más tropas y un mando único
Los líderes europeos continúan debatiendo si enviar tropas europeas a territorio ucraniano para garantizar un posible acuerdo de paz. "Creo que es inevitable porque hay socios dentro de la Unión Europea que mastican el miedo y que y que ven imprescindible el dar una respuesta colectiva. Es importante que lo hagan dentro de la Unión Europea y no dentro de los marcos bilaterales", dice Gustavo Palomares, que cree que es imprescindible introducir elementos de coordinación dentro de los diferentes ejércitos europeos.
La falta de un mando y control unificados en Europa es uno de los grandes problemas. "Rusia tiene un ejército más pequeño que el conjunto de los ejércitos europeos, pero compensa la diferencia porque tiene un mando y control unificados. Así que para Europa es fundamental crear estos mecanismos que le permitan aumentar la eficacia de las fuerzas europeas", afirma Burilkov.
Los dos modelos de Europa
¿Por qué ha tardado la UE tantos años en reaccionar? Para Gustavo Palomares hay dos causas. La primera es que "en Europa hemos sido mucho más reactivos que proactivos". La segunda es que, hasta que estalló la guerra de Ucrania, en Europa convivían dos modelos de defensa que eran irreconciliables hasta que Rusia invadió Ucrania. "Unos países, como Francia, Alemania o Italia, creían que la UE debía tener una política de defensa autónoma, al margen de la OTAN. Otros, liderados por Gran Bretaña, Dinamarca o Portugal, defendían que la OTAN era la única vía", explica Palomares.
Como suele ser habitual en la UE, una crisis ayudó a superar un problema: la guerra de Ucrania acabó con esa división. "Hay una unidad, endeble, matizada, pero unidad a fin de cuentas. Hay que aprovecharlo para darle una continuidad estructural, concluye Palomares.