Racing y Mirandés empatan a puntos en el toma y daca del Sardinero y dejan todo abierto para la vuelta

El Mirandés sale ganando del intercambio de golpes de la primera parte

El lateral del Mirandés primero robó un balón, se lo sirvió a Panichelli, quien regaló el tanto a puerta vacía a Izeta. Instantes después, otro robo de Rincón en medio del campo supuso el 0-2, pero este tanto fue con su propia firma. Combinó con Panichelli y se fue 40 metros en dirección portería antes de mandar un misil a la escuadra de Ezkieta.

Pero el Racing dio respuesta inmediata antes del descanso. Un grave error de Lachuer en salida de balón provocó que los 'jugones' del equipo santanderino combinasen para el gol. Andrés Martín robó, se la dio a Arana, quien puso un gran balón en el corazón del área para que Íñigo Vicente remachase el balón para el 1-2 en el 40'.

El 3-3 final deja la eliminatoria abierta

Ambos equipos ya habían sacado a relucir sus armas en la primera parte y la segunda siguió la misma tónica. Mucha transición ofensiva, bastante ocasiones y sensación de peligro constante. Quien volvió a aprovechar este ritmo fue el Mirandés, por obra de su capitán Alberto Reina. Una jugada polémica, ya que el Racing reclamó una falta de Izeta sobre Meseguer en el inicio de la jugada.

El Racing, cuya mejor versión cuando se encontraba con dos goles de desventaja, no bajó el listón en busca de oportunidades para volver a meterle en la eliminatoria. Y lo consiguió a falta de 20' para el final, mediante una jugada de balón parado. Un saque de banda largo dio lugar a un rechace hacia la frontal. El remate fallido de Maguette lo recogió Andrés Martín en el área para meter el 2-3. Un tanto protestado por los de Miranda, que reclamaban fuera de juego, pero la posición del autor del gol era legal finalmente.

El 2-3 dio alas a los de Santander, que tuvieron ocasiones de empatar. Primero, un disparo de Mario desde fuera del área que se fue desviado y más tarde Andrés Martín sí consiguió a anotar, pero esta vez su gol fue anulado por un fuera de juego milimétrico.

Sin embargo, en la última del partido y con el tiempo cumplido, una rocambolesca llevó el delirio al Sardinero. Un disparo de Karrikaburu daba en el larguero, rebotaba en Julio Alonso y entraba pese al intento de despeje de la defensa mirandesa. Un 3-3 que deja una pequeña ventaja al Mirandés, ya que le valdrá el empate en casa tras jugar 120 minutos.